Industria | 23.02.2024

Una relación crucial: TCO y ROI en proyectos de manufactura actuales

Por: Hebert Garza

En el mundo altamente competitivo de la manufactura, la eficiencia y la rentabilidad son elementos clave para lograr el éxito a largo plazo. Dos términos que desempeñan un papel fundamental en este escenario son el Costo Total de Propiedad (TCO) y el Retorno de la Inversión (ROI). Comprender la relación entre estos dos conceptos es esencial para tomar decisiones informadas y estratégicas en sus proyectos de manufactura.

¿Qué es el TCO?

El Costo Total de Propiedad (TCO) es una evaluación completa de todos los costos asociados con la adquisición, implementación y mantenimiento de un proyecto de manufactura. Es importante considerar que el valor real de un equipo CNC va más allá de su precio, pues este significa tan solo el 15% del TCO, mientras que el 85% restante proviene de factores tan diversos como herramientas consumibles, mantenimientos, paros y piezas rechazadas, entre otros.

Es decir que el TCO va más allá de los costos iniciales de compra e incluye aspectos como el costo de operación, actualizaciones y, eventualmente, gastos asociados con el fin de la vida útil de la maquinaria. Es por estas razones que es vital adquirir un equipo diseñado para completar e incluso sobrepasar los tiempos de vida promedio de un equipo CNC.

¿Y el ROI?

El Retorno de la Inversión (ROI), por otro lado, mide los beneficios obtenidos en relación con el costo de la inversión inicial. Es una métrica crucial para evaluar la rentabilidad de un proyecto. Se calcula dividiendo los beneficios netos entre los costos iniciales de inversión y se expresa comúnmente como un porcentaje. Un ROI positivo indica que la inversión ha sido rentable.


La interconexión
estratégica

La relación entre TCO y ROI radica en la capacidad de optimizar los costos a lo largo del ciclo de vida de un proyecto y, al mismo tiempo, maximizar los beneficios. Aquí hay algunas consideraciones clave:

1. Inversión inicial vs. ahorros a largo plazo

La toma de decisiones basada únicamente en la inversión inicial, es decir, en el costo del equipo puede ser engañoso, pues los equipos más económicos pueden resultar costosos en términos de operación y mantenimiento. Un enfoque equilibrado considera cómo la inversión inicial impactará en los costos operativos a lo largo del tiempo y, por ende, afectará el ROI. La solución es sencilla: considerar la inversión inicial y los gastos de operación a lo largo del tiempo de vida útil del equipo, de manera que será más fácil visualizar cómo un equipo de mayor integridad estructural traerá consigo mayores beneficios y mejores ahorros.

2. Eficiencia operativa y mantenimientos

Invertir en tecnologías y equipos que mejoren la eficiencia operativa de su proyecto puede reducir los costos operativos a largo plazo. La adopción de soluciones que minimicen el tiempo de inactividad, faciliten el mantenimiento predictivo y prolonguen la vida útil del equipo, puede tener un impacto significativo en el TCO y, en última instancia, en el ROI.

3. Adaptabilidad a proyectos futuros

La flexibilidad y la capacidad de adaptarse a los cambios en el sector de la manufactura son cruciales. Invertir en tecnologías y sistemas que puedan evolucionar con las necesidades del mercado y rápidas innovaciones tecnológicas, puede proteger la inversión inicial y mejorar el ROI a largo plazo. Recuerde, la relación entre el TCO y el ROI en proyectos de manufactura es un equilibrio estratégico. La optimización de los costos a lo largo del tiempo y la maximización de los beneficios son esenciales para asegurar su éxito.

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Tomar decisiones informadas que consideren tanto los costos totales como los retornos potenciales garantiza una inversión sólida y sostenible en el entorno dinámico de la manufactura moderna. Al final del día, el camino hacia la rentabilidad implica una comprensión profunda de cómo cada decisión afectará tanto los costos, como los beneficios a lo largo del ciclo de vida de su proyecto.

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